Bougainville Papua New Guinea Elecciones 2025
- Marina Chauffaille

- 25 sept
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Actualizado: 16 oct
Buka, Bougainville (5 de septiembre de 2025) — En el archipiélago tropical que se ha separado del continente de Papúa Nueva Guinea, los votantes acudieron esta semana a una elección decisiva que podría trazar el curso final hacia la independencia. Con las boletas emitidas para presidente y una nueva Cámara de Representantes, los bougainvilleños están depositando su confianza en las instituciones en un momento en que el sueño de la plena soberanía está en la balanza.
La Región Autónoma de Bougainville lleva una historia marcada por la lucha y la promesa. Durante casi una década, desde 1988 hasta 1997, soportó una violenta guerra civil arraigada en disputas sobre los derechos de tierras y marginación política de la gigantesca mina de cobre Panguna. El conflicto cobró la vida de hasta 20,000 personas, desplazó a decenas de miles más y devastó la economía local antes de que se firmara un frágil acuerdo de paz. De esa paz surgió el estatus especial de autonomía de Bougainville y su derecho a eventualmente celebrar un referéndum sobre la independencia.
En 2019, los bougainvilleños aprovecharon esa oportunidad, votando abrumadoramente, 98.3 por ciento, a favor de la independencia de Papúa Nueva Guinea. El resultado llevó un enorme peso moral, pero no era vinculante legalmente. Según los términos del acuerdo de paz, el parlamento nacional en Port Moresby debe ratificar la salida de Bougainville antes de que se pueda realizar la plena soberanía. Las negociaciones desde 2019 han sido dolorosamente lentas, con líderes de ambos gobiernos fijando 2027 como año objetivo para finalizar el futuro político de Bougainville. Para muchos aquí, las elecciones generales de esta semana se centran en elegir al equipo que liderará esas negociaciones finales y sentará las bases para la futura nación..

Las autoridades inicialmente fijaron el 4 de septiembre como día de elecciones, pero retrasaron la mayor parte de la votación al 5 de septiembre después de que surgieron problemas logísticos. El Comisionado Electoral de Bougainville citó serios problemas con la impresión, entrega y numeración de los documentos de votación, reconociendo que algunos materiales no pudieron llegar a las circunscripciones remotas a tiempo. Para Bougainville Central, la votación continuó hasta el 8 de septiembre para asegurar que cada votante registrado tuviera la oportunidad de participar. Aproximadamente 238,000 ciudadanos estaban en el registro bajo el proceso de registro de votantes revisado —un hito que refleja años de mejora administrativa.
Esta elección marcó otro primer: aparte de las islas externas, la votación se consolidó en un solo día a lo largo de la región, señalando un sistema electoral más maduro y organizado. Observadores de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) estuvieron presentes para monitorear los procedimientos, lo que añadió confianza a un electorado que ha estado durante mucho tiempo cauteloso de la interferencia externa. En una declaración a los medios, el Comisionado Electoral de Bougainville, Desmond Tsianai, subrayó la importancia del voto. “Es importante que esta elección sea exitosa y creíble, porque queremos líderes legítimos en el gobierno, que continuarán las discusiones con Papúa Nueva Guinea sobre la independencia”, dijo Tsianai. A pesar de las ocasionales lluvias y las dificultades de transporte en áreas montañosas, los funcionarios informaron que hubo una fuerte participación y una votación generalmente pacífica.

La carrera presidencial es muy reñida. El presidente en funciones Ishmael Toroama, un ex comandante rebelde que se convirtió en una figura clave en el proceso de paz, busca un segundo mandato con una plataforma de continuidad y negociaciones constantes con Port Moresby. En los días previos a las elecciones, Toroama dijo: “Si los bougainvillanos quieren que sea reelegido, entonces lo harán”.
Las carreras legislativas han sido igualmente competitivas, con más de 400 candidatos compitiendo por 46 escaños en la Cámara de Representantes de Bougainville. Un número récord de mujeres —34— se presentó en la carrera de este año, compitiendo tanto por escaños abiertos como reservados. Los defensores dicen que su participación es esencial para dar forma a un gobierno inclusivo en un futuro estado independiente.
El conteo de votos comenzó casi inmediatamente después de cerrar las urnas, pero pronto se encontró con retrasos a medida que llegaban los resultados de los distritos remotos. Las lluvias torrenciales, las averías de los barcos y la necesidad de escoltas de seguridad ralentizaron el transporte de las boletas desde las islas y los valles de montaña. A mediados de septiembre, los funcionarios electorales reconocieron que no se podría cumplir con la fecha límite original del 22 de septiembre para la entrega de los resultados. En una declaración pública, la Comisión Electoral de Bougainville confirmó que "no hay tiempo suficiente para devolver los escritos ... antes de la fecha límite del 22 de septiembre". Se emitió un nuevo cronograma, estableciendo el 6 de octubre como la fecha para la entrega de los resultados electorales y la toma de posesión de un consejo ejecutivo interino.
Para los bougainvilleanos, estos retrasos son frustrantes pero familiares. Muchos recuerdan los desafíos del referéndum de 2019, cuando obstáculos logísticos ralentizaron de manera similar el conteo. La paciencia que se muestra este año refleja la importancia de la situación: esto no es meramente un ejercicio de democracia, sino un ensayo para la plena soberanía nacional.

El resultado determinará quién lidera a Bougainville en la próxima fase de negociaciones con Papúa Nueva Guinea. La administración de Toroama ha favorecido un enfoque cauteloso para independencia, buscando fortalecer la capacidad fiscal, los sistemas de impuestos y la inversión extranjera antes de hacer la ruptura final. Sus opositores argumentan que la región corre el riesgo de perder impulso y que Port Moresby podría usar demoras para debilitar la posición de Bougainville.
Cualquiera que sea el resultado de las votaciones, un hecho es seguro: los bougainvilleanos han reafirmado su compromiso de trazar su propio futuro a través de medios democráticos. Las boletas emitidas esta semana llevan más que peso político: son una demanda de que Port Moresby honre el referéndum de 2019 y respete la voluntad del pueblo de las islas. A medida que continúa el conteo y se devuelven los resultados, el próximo presidente enfrentará una tarea urgente: forjar consenso en casa, negociar con el gobierno nacional y preparar las instituciones para una posible nación inependiente para 2027. Para Bougainville, esta elección no se trata meramente de quién gobierna, sino de demostrarle al mundo que la región está lista para mantenerse por sí sola.
By Marina Chauffaille






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