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Los Resultados Justifican los Medios para las Pandillas en El Salvador


El Salvador es un país históricamente violento. Desde 1994, el país ha estado entre los 20 países con la lista de la tasa de homicidios más alta. Desde 2015 han estado en una tendencia a la baja de la delincuencia con promedio de 18 homicidios diarios al año siguiente (2016) a 14. La tasa de criminalidad en 2018 fue de 9 homicidios por día, y en 2019, cuando el presidente salvadoreño Nayib Bukele asumió el cargo, las tasas de criminalidad se redujeron a 6 homicidios por día. Hay información contradictoria sobre cómo se obtuvo la caída de la delincuencia por parte del actual presidente salvadoreño Bukele.

Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo: "Este fin de semana, el mundo fue testigo de otro intento de las autoridades salvadoreñas de llevar al país de vuelta a esos momentos de su historia en los que los derechos humanos eran pisoteados a diario". Guevara-Rosas continuó: "Los funcionarios de seguridad pública no buscan justicia a través de la investigación, mantener el debido proceso y persiguen activamente a estas pandillas".


Estas declaraciones se basaron en cómo se persiguió a los sospechosos de actividades de pandillas. La falta de un debido proceso y la imposición de penas de hasta 20 a 30 años de prisión si son declarados culpables de afiliación a pandillas ha llevado a organizaciones no gubernamentales externas a creer que las políticas de Bukele sobre el crimen son "violaciones humanitarias". El castigo severo continuó cuando el presidente Bukele pidió el estado de emergencia el 22 de marzo de 2022, después de que las pandillas mataron a 80 personas en un fin de semana (62 asesinatos en un día) (Algazeria).

Bukele ordenó al jefe de las cárceles del país llevar a cabo un encierro inmediato las 24 horas del día, los 7 días de la semana, de los reclusos de las pandillas en sus celdas. Diciendo a las pandillas: "No van a salir ni siquiera al patio" de las prisiones, y agregó: "un mensaje a las pandillas, debido a sus acciones, ahora sus compadres no verán ni un rayo de sol".

La disminución de Bukele en las tasas de criminalidad se vio socavada por la acusación de Estados Unidos de que estas disminuciones en el crimen fueron el resultado del "apoyo comprado de pandillas", incluyendo beneficios financieros y otros privilegios otorgados a los líderes de pandillas mientras cumplían sentencias de prisión (AP).

El enfoque de Bukele ha dado resultados siendo que las tasas de criminalidad continúan disminuyendo. En 2021, El Salvador quedó fuera de los 20 países con la tasa de homicidios más alta del mundo. El país había sido parte de esta notoria lista desde 1994, según Eddie Galdamez, coorespondiente de Living in El Salvador.

No es fácil encontrar soluciones para lidiar con el problema actual de décadas de violencia de pandillas y lidiar con la raíz de los problemas como la estabilidad, la educación, el orden y las oportunidades financieras. El manejo de los crímenes de pandillas en El Salvador es estricto. A menudo se toman medidas poco ortodoxas porque la situación es grave. "Debemos empezar por algún lado. Si no controlamos estos problemas, es posible que nunca tengamos estabilidad en El Salvador", dijo el analista de delitos Carlos Martano.

"Me gusta lo que el presidente (Bukele) está haciendo independientemente de cómo pueda parecer en el extranjero", dijo José González, un salvadoreño nativo, "emigré a este país (Estados Unidos) hace tres años porque los problemas en El Salvador eran terribles. No podías dormir sin pensar que te iban a disparar".

Otra señal de mejoras es que el turismo a El Salvador aumentó un 25 por ciento desde 2015 hasta la actualidad (El Salvador Tourism 1995-2022). El turismo ayudará financieramente a brindar oportunidades a la empobrecida nación.

Aunque hay críticas al enfoque de Bukele sobre los problemas en su país, la delincuencia ha disminuido durante su presidencia y todavía parece estar en esa tendencia. No hay indicios de que vaya a cambiar su postura para evitar la presunta violación de los derechos humanos del criminal, pero tal como está, la mayoría de los salvadoreños pueden tener esperanza, sabiendo que el crimen esta en una pendiente descendente, no en aumento.


Alex Fernandez


Fuentes adicionales:


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