Turkish Republic of Northern Cyprus Electiones presidente Elegido Tufan Erhürman, indica un posible cambio de política
- Marina Chauffaille

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Marina Chauffaille
Life News Today
NICOSIA, Chipre del Norte (19 de octubre de 2025) — Los turcochipriotas han elegido al líder de la oposición Tufan Erhürman como presidente, lo que indica un posible cambio en la dirección política de la República Turca del Norte de Chipre después de años de liderazgo estrechamente alineado con el gobierno de Turquía en Ankara.

Según los resultados oficiales publicados el domingo por la noche por el Consejo Supremo Electoral, Erhürman ganó alrededor del 62,8% de los votos, derrotando al titular Ersin Tatar, quien recibió aproximadamente el 35,8%. La participación electoral se estimó cerca del 65%, según los observadores electorales locales y la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES).
Las elecciones son supervisadas por el Consejo Supremo Electoral, que gestiona el registro de votantes, el conteo de votos y la verificación de resultados. Las elecciones presidenciales de 2025 fueron supervisadas por organizaciones cívicas locales y misiones diplomáticas con sede en Nicosia para garantizar la transparencia de los procedimientos.
La población del norte de Chipre se estima en unos 295.000 habitantes, según datos de IFES. La participación electoral promedio en elecciones anteriores se ubicó cerca del 64,7%, lo que indica una tradición constante de participación a pesar del limitado reconocimiento internacional. La campaña de este año vio una mayor participación entre los votantes más jóvenes, muchos de los cuales expresaron su frustración con el desempleo y las perspectivas profesionales limitadas.

Erhürman, de 55 años, lidera el Partido Republicano Turco de centroizquierda, conocido como CTP. Su campaña se centró en revivir las negociaciones de paz con el sur grecochipriota bajo una solución federal, aumentar la transparencia gubernamental y abordar el aumento del costo de vida. Anteriormente se desempeñó como primer ministro entre 2018 y 2019 y tiene experiencia en derecho constitucional. Sucede al expresidente Tatar, quien promovió una visión de dos estados para la isla dividida y fortaleció los lazos con Turquía. La derrota de Tatar marca el primer cambio importante en el liderazgo del norte de Chipre desde 2020, cuando reemplazó al expresidente Mustafa Akıncı. Los analistas dicen que el resultado podría influir en los futuros esfuerzos de paz de Chipre y la diplomacia regional.
Chipre del Norte, oficialmente conocida como la República Turca del Norte de Chipre (TRNC), declaró su independencia en 1983 tras la intervención militar de Turquía en 1974 provocada por un golpe de Estado respaldado por Grecia. La medida dividió la isla, dejando el norte bajo control turcochipriota y el sur gobernado por la República de Chipre reconocida internacionalmente.
Desde entonces, sólo Turquía ha reconocido a la República Turca de Chipre Septentrional, mientras que el resto de la comunidad internacional y las Naciones Unidas siguen considerando la parte norte de la República de Chipre. El aislamiento del territorio ha dado forma a su economía, política exterior y política electoral durante más de cuatro décadas.

El sistema político del norte de Chipre sigue un modelo semi-presidencial. El presidente se desempeña como jefe de Estado y representa a los turcochipriotas en las negociaciones internacionales, mientras que el primer ministro lidera el gabinete y el gobierno nacional. La Asamblea unicameral de la República tiene 50 miembros elegidos por representación proporcional por períodos de cinco años.
La victoria de Erhürman reflejó la creciente frustración pública con la dependencia económica y el aumento del costo de vida. La República Turca de Chipre Septentrional utiliza la lira turca, y la inflación en Turquía ha afectado directamente a los precios en todo el norte. El turismo, la educación superior y la construcción siguen siendo la columna vertebral de la economía, pero la dependencia del apoyo financiero de Ankara sigue generando debate entre los ciudadanos y los partidos políticos.
La plataforma del nuevo presidente enfatizó volver a comprometerse con las conversaciones de paz lideradas por las Naciones Unidas que colapsaron en 2017 en Crans-Montana, Suiza. Esas negociaciones no lograron resolver los desacuerdos sobre el reparto del poder, la retirada de tropas y las garantías de seguridad. Erhürman dijo que su administración tendría como objetivo reconstruir la confianza y "mantener la puerta abierta" a la diplomacia mientras mantiene la cooperación práctica con Turquía.
La victoria de Erhürman fue recibida con cautela por observadores de la Unión Europea y las Naciones Unidas, quienes la describieron como una oportunidad para "reevaluar el diálogo" entre las dos comunidades de la isla. Los funcionarios de la UE reiteraron su apoyo a una federación bizonal y bicomunal, el marco de paz de larga data respaldado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

En un comunicado emitido el lunes, la misión de la ONU en Chipre pidió a ambas partes que "aprovechen este momento para reconstruir la confianza y priorizar el compromiso constructivo". Los líderes grecochipriotas en Nicosia también extendieron felicitaciones cautelosas, enfatizando la disposición a reanudar las negociaciones "sin condiciones previas".
Para los residentes del norte, las presiones económicas siguen siendo inmediatas. La inflación ha superado el crecimiento de los salarios, y muchas pequeñas empresas informan dificultades para importar bienes en medio de la fluctuación de los tipos de cambio. Los estudiantes universitarios y los trabajadores del turismo, dos de los grupos más grandes de la región, han expresado su optimismo de que la administración de Erhürman pueda estabilizar las condiciones a través de la reforma fiscal y la mejora de las relaciones con el sur y la UE.

Los analistas regionales señalan que si bien el resultado de las elecciones señala un cambio de política, cualquier esfuerzo de paz renovado dependerá de la coordinación con Turquía, que mantiene una presencia militar de unos 30.000 soldados en el norte. Ankara felicitó a Erhürman tras su victoria, afirmando que la cooperación entre las dos administraciones "continuará en el espíritu de confianza y respeto mutuos".
Los resultados subrayaron las complejidades de gobernar un territorio formado por identidades nacionales en competencia y un reconocimiento limitado. Para muchos votantes, la victoria de Erhürman representó tanto continuidad como cambio: continuidad en el mantenimiento de los lazos con Turquía y cambio de tono hacia la negociación y el compromiso internacional.

A medida que se finalizaban las votaciones y la nueva administración se preparaba para asumir el cargo, el norte de Chipre se enfrentaba a una encrucijada familiar entre profundizar su dependencia de Ankara y reabrir caminos hacia la reunificación. Si Erhürman puede equilibrar estas prioridades mientras aborda las preocupaciones económicas y sociales determinará hasta qué punto el territorio avanza hacia la estabilidad o el diálogo renovado sobre el futuro de la isla.





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