Costa de Marfil elecciones, reelegirá a Alassane Ouattara para un cuarto mandato?
- Marina Chauffaille

- 30 oct
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Por Marina Chauffaille
Costa de Marfil celebró sus elecciones presidenciales el 25 de octubre de 2025, donde el presidente Alassane Ouattara ganó un cuarto mandato con aproximadamente el 89,7% de los votos, según los resultados publicados por la Comisión Electoral Independiente. La victoria extiende el gobierno de Ouattara hasta 2030 y refuerza su posición como una de las figuras políticas más influyentes de África Occidental.
Ouattara, de 83 años, hizo campaña para mantener la estabilidad económica, expandir la infraestructura y atraer inversión extranjera. Defendió su elegibilidad para otro mandato citando las reformas constitucionales de 2016 y presentó su liderazgo como esencial para preservar la unidad nacional.

La elección fue administrada por la Comisión Electoral Independiente bajo la supervisión del Consejo Constitucional, que verificó los resultados y resolvió disputas. Los críticos argumentaron que el proceso electoral favorecía al partido gobernante y que la competencia política se había reducido desde que comenzó el primer mandato de Ouattara en 2011. La Unión Africana y la CEDEAO monitorearon la votación y reportaron que la votación se desarrolló sin incidentes importantes, aunque señalaron que la elección ofrecía opciones limitadas a los votantes. Las descalificaciones y retiradas de candidatos se convirtieron en un elemento central del resultado electoral, influyendo en la participación y la percepción, ya que la mayoría de los opositores fueron descalificados o se retiraron de la contienda tras las primeras encuestas que mostraban un amplio margen a favor del titular.
Varios líderes políticos inicialmente anunciaron sus candidaturas, pero luego se retiraron de la carrera presidencial. Jean-Louis Billon del Partido Democrático de Costa de Marfil (PDCI-RDA) permaneció en la boleta, pero se rindió temprano. Kouadio Konan Bertin, un exministro de reconciliación, suspendió su campaña citando la falta de apoyo. Yao Kouassi Maurice del Partido de los Trabajadores de Costa de Marfil se retiró formalmente días antes de que comenzara la votación y el principal opositor de Ouattara, Jean-Louis Billon, un exministro de Comercio que hizo campaña por la diversificación económica y la reforma del sector público, reconoció la derrota después de que los resultados preliminares mostraran un margen amplio.

Los candidatos descalificados fueron Tidjane Thiam y Laurent Gbagbo. Thiam, un exbanquero y líder de la oposición que lideraba el PDCI-RDA, fue eliminado del registro electoral en abril de 2025 porque tenía ciudadanía dual francesa e ivoriense en el momento de la inscripción. Thiam había renunciado a su ciudadanía francesa a principios de ese mismo año, pero el tribunal dictaminó que la acción llegó demasiado tarde para restaurar su elegibilidad y que violaba las leyes de nacionalidad que requieren ciudadanía exclusiva de Costa de Marfil. Gbagbo, el expresidente, fue considerado inelegible por el Consejo Constitucional debido a una condena de 20 años por delitos económicos vinculados al conflicto postelectoral de 2010-2011, que dejó alrededor de 3,000 muertos cuando se negó a reconocer la derrota ante Ouattara.
Las repercusiones políticas de la crisis de 2010-2011 provocaron años de reconciliación y reformas institucionales. Una nueva constitución adoptada en 2016 fue diseñada para promover la estabilidad y limitar los mandatos presidenciales a dos períodos de cinco años. Sin embargo, también reinició el conteo de mandatos, una disposición reconocida por el Consejo Constitucional que permitió que Gbagbo, posteriormente impedido de postularse, y Ouattara buscaran la reelección bajo la nueva república. Los críticos argumentaron que, aunque la medida era legalmente válida, socavo el espíritu de los límites de mandatos y concentraba el poder bajo la apariencia de una refoma.

Los órganos regionales y los gobiernos vecinos reconocieron la reelección de Ouattara y pidieron continuar la cooperación a través de la CEDEAO, al tiempo que alentaron un diálogo inclusivo de cara a las próximas elecciones locales. En un comunicado preliminar, el profesor Yemi Osinbajo, jefe de la misión conjunta de observación CEDEAO-UA, dijo que la votación comenzó “en un clima tranquilo y pacífico”. En su comunicado final, la Misión conjunta CEDEAO-UA elogió a los marfileños por “la realización sin problemas de la elección presidencial a pesar de los retrasos logísticos y la baja participación”. La Comisión de la Unión Africana agregó que la votación “refleja el deseo del pueblo marfileño por la estabilidad” y alentó reformas para ampliar la participación futura.
Costa de Marfil es una nación de África Occidental de aproximadamente 32 millones de personas que opera bajo una república semipresidencial. El presidente comparte la autoridad ejecutiva con un primer ministro, mientras que la cámara legislativa ejerce una supervisión limitada. Abiyán sirve como la capital económica, y Yamusukro sigue siendo la sede política oficial. La economía depende en gran medida de las exportaciones de cacao y anacardo y ha crecido alrededor del 6% en los últimos años, aunque el desempleo juvenil y la desigualdad continúan alimentando la frustración entre los votantes más jóvenes, quienes ven el crecimiento concentrado en las principales ciudades.

A nivel nacional, el resultado reforzó la fuerza política de Ouattara y el deseo del público de continuidad, pero reavivó las preguntas sobre el futuro de la renovación democrática. Analistas en Abiyán describieron el resultado tanto como una confirmación de estabilidad como una advertencia sobre la estancación política. Muchos marfileños apoyan la agenda de desarrollo del presidente, pero se preocupan por la concentración del poder y la ausencia de un plan de sucesión claro. Al comenzar Ouattara otro mandato de cinco años, el país enfrenta un desafío familiar: equilibrar el progreso y la prosperidad con la necesidad de apertura política y liderazgo generacional.








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