Segunda vuelta de la elección presidencial en Chile
- Alexander Fernandez

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Por Marina Chauffaille, Reporter
Chile celebró su elección presidencial el 16 de noviembre, sin lograr un ganador absoluto y enviando al país a una segunda vuelta que determinará a su próximo presidente. Los votantes de todo el país participaron en la primera ronda para elegir quién liderará la nación durante los próximos cuatro años, pero ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría requerida por la ley chilena para ganar en una sola vuelta. Según el conteo preliminar de votos publicado por el Servicio Electoral de Chile (SERVEL), Jeannette Jara encabezó la votación con aproximadamente el 26,8%, seguida por José Antonio Kast con cerca del 24,1%. Estos resultados sitúan a ambos candidatos en la segunda vuelta de diciembre, donde se tomará la decisión final.

La elección fue organizada y administrada por SERVEL, la institución responsable de gestionar el registro de votantes, la distribución de papeletas y el sistema nacional de recopilación de votos. SERVEL también publica los resultados preliminares que informan al público sobre los totales iniciales de votos la noche electoral. El Tribunal Calificador de Elecciones, conocido comúnmente como TRICEL, es responsable de la certificación legal que confirma el conteo oficial. TRICEL revisa irregularidades, resuelve disputas y proporciona la validación final necesaria para que los resultados se hagan oficiales. Según la International Foundation for Electoral Systems, Chile tenía aproximadamente 15,79 millones de votantes registrados en julio de 2025. La International Foundation for Electoral Systems (IFES) clasifica al país como una democracia liberal y señala que Chile tiene un índice de democracia electoral de 0,844, una medida que utilizan los investigadores internacionales para evaluar cómo funcionan las elecciones de un país como parte de un sistema democrático. La escala va de 0 a 1, donde 1 representa el desempeño más fuerte posible. Una puntuación de 0,844 sitúa a Chile en el rango superior y muestra que los analistas externos consideran que sus elecciones cuentan con leyes sólidas, instituciones independientes y procedimientos de votación establecidos que permiten a los ciudadanos participar libremente.

Chile está ubicado a lo largo de la costa pacífica de Sudamérica y es reconocido por su geografía larga y estrecha, que se extiende desde el desierto de Atacama en el norte hasta las regiones glaciares en el sur. Opera bajo un sistema presidencial en el que el jefe de Estado cumple un mandato de cuatro años. Los presidentes no pueden servir términos consecutivos y deben esperar un periodo completo antes de postularse nuevamente. El gobierno chileno también incluye un Congreso Nacional bicameral compuesto por la Cámara de Diputados y el Senado. Esta estructura proporciona una separación de poderes que otorga responsabilidades legislativas a representantes elegidos. El voto en las elecciones nacionales es obligatorio, según la legislación restablecida en 2022. La participación en las elecciones chilenas ha sido históricamente alta, y SERVEL indicó durante su informe del día de las elecciones una asistencia del 85,4%, descrita como la "más alta en la historia del país", aunque las cifras finales serán confirmadas una vez que TRICEL complete su certificación.
Jeannette Jara, la candidata líder en la primera vuelta, representa a la coalición Unidad por Chile, una alianza de centroizquierda que incluye partidos que apoyan la ampliación de las protecciones sociales y la inversión en servicios públicos. Su campaña se centró en reducir las facturas de servicios básicos, aumentar los pagos de pensiones y ampliar el acceso a programas de apoyo gubernamental. Jara hizo hincapié en las preocupaciones por la asequibilidad y el aumento del costo de vida, señalando los precios de la energía y la inseguridad en las jubilaciones como áreas clave donde prometió mejoras concretas. Su plataforma también incluyó propuestas para fortalecer la supervisión estatal y aumentar la asistencia a los hogares de bajos y medianos ingresos.

José Antonio Kast, el segundo en la primera vuelta, es el candidato del Partido Republicano, un grupo político de centroderecha que aboga por una agenda de seguridad más fuerte y políticas migratorias más restrictivas. La campaña de Kast se centró en la preocupación por la delincuencia, el control fronterizo y el orden público. Propuso ampliar la autoridad policial, endurecer las penas para delitos violentos y adoptar un enfoque nacional más firme frente a la migración ilegal. Más del 70% de los votantes en la primera vuelta apoyaron candidatos de derecha o centroderecha, lo que indica un cambio notable en el panorama político chileno respecto al ciclo presidencial anterior. Los partidarios de Kast argumentan que sus propuestas reflejan la demanda de mayor estabilidad y aplicación más estricta en respuesta a las preocupaciones sobre la seguridad pública.
Analistas internacionales y nacionales señalaron que la primera vuelta evidenció un electorado polarizado. Los votantes se dividieron entre candidatos que ofrecen reformas sociales amplias y aquellos que piden controles más estrictos y mayor aplicación de la ley. Los observadores también destacaron la importancia del voto obligatorio en el aumento de la participación. Desde su restablecimiento, la participación nacional ha aumentado, lo que ha generado debates sobre si el mayor compromiso cívico ha intensificado las divisiones o simplemente las ha hecho más visibles. Con ambas campañas preparándose para la segunda vuelta, el entorno político permanece muy activo y se espera que el balotaje atraiga gran atención en toda la región.

SERVEL confirmó que la segunda vuelta entre Jara y Kast se celebrará el 14 de diciembre. Una vez certificados los resultados, el candidato ganador asumirá el cargo en marzo de 2026. La próxima administración heredará una serie de desafíos políticos, incluyendo la seguridad pública, la recuperación económica y los debates sobre la reforma constitucional que han marcado el discurso público en los últimos años. Aunque el resultado final sigue siendo incierto, los resultados de la primera vuelta muestran a un país ponderando dos visiones distintas de gobernanza. Se espera que la segunda vuelta aclare qué dirección prefieren los votantes para el futuro inmediato de la nación.







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